Es una técnica ampliamente utilizada donde se obtiene el semen por eyaculación o biopsia testicular, para posteriormente en el laboratorio someterlos a temperaturas muy bajas a través de nitrógeno líquido, con el fin de aprovechar en un futuro la muestra. Del almacenamiento y la custodia de los mismos se encarga la clínica que debe preservarlos durante el tiempo determinado por el paciente.